sábado, agosto 25


No desesperen, no griten, sé que sus fuerzas son infinitas e infinito también su amor. Que la oscuridad se convierta en la luz de su alma y que reconozcan la sabiduría que les entregan las rejas y adoquines, las historias del patio de sangre. Y sonrían, sonrían porque hoy es el día en que pueden gritar por fin sus corazones haciendo que aquellas voces tan dulces y tan fuertes  lleguen a nosotros con nostalgia pero sin temor, sin temor. Desde la falsa tranquilidad amamos por ustedes, y lo seguiremos haciendo aún así el sol caiga en nuestra búsqueda y nos encuentre deambulando por las noches.

Aunque entiendan la insoportable levedad del ser, la vida no está en otra parte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario