Recuerdo mi mapa, aquel mapa lleno de pensamientos revoltosos e ingenuos que se hablaban y amaban dentro de mi cabeza, atestado de malos sentimientos, de buenos amores, de falsos rencores, de pocos recuerdos. Ese mismo mapa, hoy un poco más destrozado se encuentra en blanco, olvidado, tembloroso y conmigo en el centro pensando en que momento di aquel vuelco (es acaso que la hoja de aquel cuaderno dio un tumbo, se auto limito de las palabras y se negó a seguir escribiendo.) Sórdidas hoy las ideas, las palabras y el sentir y aún así sigue impresa la historia, la que viví o mejor dicho a la que logré sobre-vivir con un poco de sudor, con manchas de sangre y con unas abandonadas lágrimas en las cuales no me ahogue.
Otra vez me denuncian, quise ser ave de paso y tuve que quedarme en el nido, esperando, escuchando, entendiendo. Hoy retomo el vuelo, quise volar hacia el sur y no me admitieron, no abrieron camino para mí en el cielo, debo ser un peligroso imberbe volador que puede destruir a parvadas si no toma el control de sus alas.
Entre mapas y vuelos quedo en nada.
