domingo, julio 17

Miliciano anónimo

Nadie diga palabra que llegará un noble militar, un general, él sabrá como hablarles con el cuidado que trata el caballero a sus lacayos. El general ya llega con mucho boato y muy bien precavido con sus soldados, las ametralladoras están dispuestas y estrategicamente  rodean la escuela. Desde un balcón les habla con dignidad, esto es lo que les dice el general: Que no sirve de nada tanta comedia, que dejen de inventar tanta miseria, que no entienden deberes son ignorantes, que perturban el orden ¡que son maliantes!, que están contra el país que son traidores, que roban a la patria que son ladrones, que han violado a mujeres que son indignos, que han matado a soldados son asesinos, que es mejor que se vayan sin protestar, que aunque pidan y pidan nada obtendrán. Vayan saliendo entonces de ese lugar que si no acatan ordenes lo sentirán.
Desde la escuela el rucio obrero ardiente responde sin bacilar con voz valiente: ''Usted señor general  no nos entiende, seguiremos esperando así nos cueste , ya no somos animales, ya no rebaños, levantaremos la mano  el puño en alto, vamos a dar nuevas fuerzas con nuestro ejemplo y el futuro lo sabrá...se lo prometo. Si quiere amenazar aquí estoy yo disparele a este obrero al corazón''

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