La tierra que nos pisa diariamente, nos come, nos vomita
y para que sigamos de pie, en perdón y lágrimas nos envuelve
Mil y un plegarias ha emitido, en su frente se marca la rabia
que envuelve años de experiencia, años de in-experiencia.
Si de ahí vivo sale es con insólitas heridas y una agría sonrisa
post-guerra que no la disuelve nadie,
para que el hijo pequeño y la mujer de casa
crea que es feliz,
siendo sangre oscura
siendo hijo de todo.
''Que me alumbra y también quema
que hace llagas en mi alma
que me rompe la espalda''
Nos come y nos vomita la tierra,
el cielo azul se oscurece
veo palomita, palomita brilla y vuela.
Caudales generosos
le dan agua a mi tierra
que me hiere y envenena
como si fiera fuera
me seduce y me entrega
mi cuerpo a su servicio
de esclavo al suelo, de esclavo al suelo.
De rodillas le lloro al barro
que me abriga y me consuela
y al cielo digo que se apiade,
yo una luz de esperanza
y lo que dice mi garganta
un grito de dolor
más sinceras lágrimas
que poco saben lo que quieren.
Sereno espero la infamia
que llega en carta o en ficha
de mi mano a la mesa
de su arma a la mia...
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