miércoles, enero 19

En dos minutos

Basto una noche para que las consecuencias fueran
oníricas
nefastas
sinceras
de un pretérito, de un pasado lejano y cercano
¿en qué presente estamos viviendo?
en caminos separados
con cuerpos disgregados
mirando otros horizontes,
no muy lejanos, no muy cercanos
un tanto divisorios, sólo un toque familiar                                                  
entre el destino y yo
entre lo que me espera y lo que en algún momento
me esperó.
Una última mirada hacia atrás, un hilo, un  hálito
se aferra entre esos, estos, aquello y yo
creyendo que aún ahí estamos
aunque nos resulte estrafalario 
y todo se torne negro, gris y rojo
en algunos momentos, esos momentos que fueron
innecesarios, impúdicos, hasta burdos.
Pero no me juzguen, no me juzgue usted
por decir que me arrepiento
por vomitar algunas verdades
sinceridad primero, seamos directos ésta vez 
me arrepiento... sí
pero no por mí , ni por tí
si no por un ser, otro ser que no tuvo espera.
No me juzgue por ser ambivalente, 
por querer tocar algunas palabras con las manos atadas, 
pero como poder ver esto sólo de una manera,
si los sentido se disparan
con arma o sin arma
y por favor no me juzgue
si mi orgullo es mayor que yo
y más fuerte 
y más grande
y más recalcitrante
no me juzgue usted 
y cuando no lo haga
estaré aquí yo, esperando...
que pase otro año.

Francisca 

No hay comentarios:

Publicar un comentario