Me pasa más de una vez

¿Te ha pasado que caminando por la calle entre tanta gente te sientes
sola y vacía? te sientes nadie frente a tantas personas importantes,
te sientes nada entre tanta parafernalia del papel y el lapiz de oro
y no exactamente son para el amor de la escritura, sino para engaños
promociones y traiciones. Esa pluma no escribe poemas ni canciones,
sino pautas de como ser un buen ciudadano, un buen esclavo.
¿Te ha pasado que caminando por el colegio te sientes desordenada?
viendo a tantas niñas peinadas y con su cortaba bien puesta, te sientes
mediocre y floja también al verlas inamovibles con sus cuadernos en
mano y uno que tan solo se conformó con la sabiduría regalada y
confiándose de la suerte del lapiz, te sientes como un vasito de cristal,
fácil de romper, fácil de quebrar, fácil de buscar y encontrar, quizá
caminando a inspectoría general... fácil al final.
¿Te ha pasado que caminando por tu casa te sientes en una prisión?
con las paredes casi gritandote encierro y la puerta burlandose de
tu atavismo en ese hogar, la rutina del día a día y a eso sumale un
día más.
¿Te ha pasado que caminando te cansas más rápido? caminas más
lento, el cuerpo te pesa, tus pies te más que pesan y ya no tienes
aval para otro par, tus labios ya ni besan y las manos... las manos
también te pesan, ya no son capaces de saludar. Y los ojos te
pesan por el sueño infinito e ilimitado que ya no regalan miradas
y es como si demostraran indiferencia.
¿Te ha pasado que las desganas están en mayor cantidad que las
ganas, que el silencio ya es perpetuo, sin embargo hay días que
eso se cambia por gritos de desesperación.
¿Te ha pasado alguna vez? porque a mí sí.