domingo, septiembre 11

Planeando el discurso final

Parece que el tiempo no me da más margen 
para seguir creyendo en las excepciones
acepto y lamento que perdí la guerra
contra el viento de mis propias convicciones.
Voy condenado a la angustia existencial
y un cuchillo atraviesa mi corazón 
me ha tocado sentarme a reflexionar
soy un zumo de piña en un botellon.
Si domingo cuando es viernes y viernes cuando es domingo
busco un sentido a la vida, mi vida pierde el sentido
soy una negra lenteja sumergida en un cocido,
si nací para morirme no sé porqué habré nacido. 
Quise con mi lanza derribar molinos 
para ver lo ocurría detrás de ellos
pero preferí andar su circunferencia
y vi que no se escondía nada nuevo.
Por mas que manipule un sentimiento
batallará con mi cabeza
y aunque hasta aveces gane las batallas
casi siempre acaba perdiendo la guerra.
Quise comprender al mundo siendo un triste incomprendido
conozco a muchas personas pero a muy pocos amigos,
por cada cincuenta llantos una vez me habré reído
soy la pieza que no encaja... 



No hay comentarios:

Publicar un comentario