domingo, julio 3

Estando abajo se ve todo más claro

Eran ojos de personas fuertes, se notaba su tranquilidad frente al entorno, entorno que en mí causaba desesperación y pánico, quería salir de ahí y volver a la rutina de la ciudadela escandalosa que me encerraba diariamente.
Un par de ojos negros se posaron frente a mí sacándome de mi monólogo nervioso, me habló con palabras que realmente yo no entendía pero lo recibía como un montón de insultos proveniente de quién defiende su lugar y se siente atacado, pero mantuve mi postura, tratando de protegerme con la mirada, una mirada despectiva llena de extrañeza en donde trataba de dispararle a cada uno de ellos. Mi incredulidad era evidente, era un extranjero más  que había caído por casualidad en las penumbras...
Pero si saberlo...  sin saberlo en ese mismo lugar se encontraba la luz, los menos vistos eran la luz.
Luego de minutos paralizado frente a ellos uno me dio su mano y sentí la utopía que he transmitido a través de mi vida, con una sola mirada.

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