jueves, julio 21

Desde mañana

Uno aveces se pregunta, cuantos deja vus tienen que pasar para poder aprender, y luego se responde uno, que no importa cuantos pasen si las circunstancias son distintas, nunca se aprende.
Pero queda esa alarma en el alma, esa alarma roja que te indica cuando y donde está el peligro, ese peligro que duele como nada ha dolido pero que aún así llevas sobre la espalda, corriendo riesgos, dejando todo en manos de nadie, solo de como y hacia donde se mueva el mundo, de que humor amaneció otra persona, con que pie se levantó el festejado. 
Es increíble como mis secretos son envueltos en una bolsita de papel y soltados al aire como quien regala suspiros, que ojos que no conozco arranquen y muerdan con sus dientes grandes algo tan preciado, tan oculto... tan mío. 
Escupo al cielo mil veces porque camino ciega por un camino de piedras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario