Son pocas las veces que le escribo a alguien

más bien, le escribo al viento, le escribo

a la nada, pero tú estas vez has sido

la excepción y el silencio vencido.

Hay veces en que la gente no se mira a la cara,

o si se mira son contadas;

sin darme cuenta compartí mi vida contigo

en una extraña sala, con 43 conterráneas.

Quizá fue un capricho mío querer

entablar conversaciones contigo

pero fue la mejor decisión, o cómo dice tu

mamá, somos las almas gemelas

que unió el destino.

Esa que ríe y en sus sueños

también llora conmigo; las que en corto

tiempo han compartido largas

y muchas historias.

Y los relatos continúan, y las risas

abundan y será así

hasta que deje de derramarse

Bob esponja.

Un bob esponja para tí, lalala te amo!