martes, noviembre 2

Cautela, la lombriz se acerca

Era el grito más agudizante de todos los tiempos, transgredía todo tipo de materia para llegar a escucharlo, sentirlo, imaginarlo. Inventé una historia con lo mítico del sonido, me llevó a otros mundos, a pensar que yo era sólo producto de la imaginación de alguien o algo, sólo un personaje estático que no cambiaba ni su ser ni su historia, llegué a pensar que en verdad todo lo que rodeaba a la existencia estaba bordeando entre la fantasía y la ciencia, a un punto donde somos todos invenciones mentales de algún extra-terrestre que juega a ser soldado, marinero, inversionista, obrero o algún tipo de cosas que en su planeta tan alejado del pseudo planeta en el que yo habitaba no existían. Todo lo asocie con lo lúdico, lo comparé con obras y cuentos llegando por fin a mi propia pseudo realidad, conmigo como el pseudo personaje principal. Me vislumbraba de pie, frente a lo que era pasto, verde y seco, oía por segunda vez el grito más agudizante de todos los tiempos... era el grito de una lombriz a quien los ángeles habían pisado.





Era cerrar los ojos un par de veces y sentir que nunca los cerraste.-

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